sábado, 13 de agosto de 2016

EL TREN DE LOS NIÑOS

Verano a verano, de noche y de día,
como un espejismo,
rueda por las calles, y no por la vía,
el tren de los niños.

Rueda que te rueda con su algarabía
a ningún destino,
solo por el gusto de una travesía
sin fin ni principio.

Cada vez que pasa por la vera mía,
adiós yo le digo
porque me contagia toda su alegría,
dando un gran pitido.

Ruedan que te ruedan sin monotonía
sus tres vagoncitos,
los que siempre llevan en mi fantasía
a los mismos niños.




Publicado en Un vago escalofrío (Bogotá, 2015)