jueves, 22 de diciembre de 2011

PALABRA DE LECTOR

He publicado cuatro libros de poesía aunque, en verdad, sólo el tercero y el cuarto apuntan, al menos, búsquedas propias. Los dos primeros, hechos de lecturas miméticas y de tentativas algo precipitadas, remiten a un impulso vital inmediato. Son víctimas del imborrable entusiasmo de sentirme poeta sin serlo todavía. Poco a poco once años median entre el segundo y tercer libro me fui dando cuenta, gracias a una creciente conciencia de lector, de que ni siquiera unos cuantos poemas logrados hacen a un poeta y de que, para hacerlo, esos poemas tienen que estar al servicio de una manera personal o necesaria de convivir con sus incertidumbres, sus certezas y contradicciones. Leer a los demás y leerme a mí mismo me ha dado una idea artesanal de la creación poética que considera al lenguaje un instrumento, cuya eficacia se revela nada más que en el trato cuidadoso y conveniente de sus elementos. Así, la lectura que es parte del oficio de poeta, al entreverarse con la práctica de la escritura, me ha ido descubriendo cómo las obras ajenas delimitan la mía, marcando, junto a mis íntimas inclinaciones, el espacio temático y formal de mis poemas. En este sentido, encontrar un mundo propio significa también, hasta cierto punto, expresar aquello que la tradición poética necesita decir o recordar, en un momento dado, a través de uno de nosotros.

Desde esta conciencia artesanal, cada vez más aguda, escribí Maneras de vivir y A morir no se aprende, libros que ahora siento complementarios, como las dos caras de una misma moneda. Si Maneras de vivir vislumbra las relaciones entre el ser y el no ser, sobre todo en los animales y las cosas, A morir no se aprende aborda sin tapujos ni discurso alguno, desde diversas perspectivas y vivencias personales, la realidad de la muerte. De ahí, su carácter más confesional aunque contrarrestado por un despojamiento a ultranza. De modo que en el poema sólo quede el hecho que se cuenta, desnudo e incuestionable. Y, a través de él, el lector sienta, sin siquiera decírselo, algo de lo que yo sentí que, en el fondo, es lo que sentimos todos.

Junto a ambos libros, incluyo, bajo el título de El espanto seguro, dieciocho poemas nuevos. Ellos son mis poemas reunidos.

Carmona, abril de 2007.

Texto incluido en Hasta el último hueso (1998-2007), ed. El otro el mismo, Mérida, Venezuela, 2007.

sábado, 17 de diciembre de 2011

IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA "EL PATIO AZUL"

CAJAMARCA

Triple A (Asociación de Artistas Aficionados): Carlos Germán Belli y Francisco José Cruz.
Francisco José Cruz y Chari Acal con jóvenes poetas de Ica



Hotel Costa de Sol, de izqda. a dcha: Carmela Benavente de Belli, Carlos Germán Belli, Francisco José Cruz, Fernando Linero, Gonzalo Márquez Cristo y Chari Acal.

Triple A (Asociación de Artistas Aficionados), de izqda. a dcha.: Carlos Germán Belli, Gonzalo Márquez Cristo, Alberto Benavides Ganoza (director del festival), Marita Troiano y Francisco José Cruz.
Marita Troiano y Francisco José Cruz


Hotel Costa de Sol. Iván Thays entrevista a Francisco José Cruz para su programa televisivo Vano oficio.


Plaza de Armas: Francisco José Cruz recita sus poemas.

Feria del Libro, de izqda. a dcha.: Alberto Alarcón, Francisco José Cruz y Arturo Corcuera

Hotel Costa de Sol, de izqda. a dcha.: Norah Robles, Alberto Benavides Ganoza, Francisco José Cruz y Chari Acal.


LIMA

Francisco José Cruz, Chari Acal y Fernando Linero en la librería El Virrey.

ANTARES, ARTES Y LETRAS: Alberto Benavides Ganoza, Gonzalo Márquez Cristo y Francisco José Cruz.


Centro Cultural de España. Recital de Francisco José Cruz.

IV Festival Internacional de Poesía El patio azul, Cajamarca , del 22 al 25 de septiembre de 2005.

Lima, 27 de septiembre y 1 de octubre de 2005.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

ESOS RECUERDOS

Releo viejas cartas
que escribí y me escribieron
cuando era una muchacha
llena de sueños.

Pero no reconozco,
después de tanto tiempo,
ciertos nombres, lugares,
detalles, hechos.

Ya no me pertenece
parte de lo que leo,
como si fueran de otra
esos recuerdos.

Quién sabe si en verdad,
aunque cueste creerlo,
gracias a los olvidos
vamos viviendo.


Publicado en La Otra, revista de poesía, artes visuales, otras letras, nº 12 (México, julio-septiembre 2011).