Chari y Fran en el I.E.S. Losada Villasante |
El
pasado lunes 23 de abril, con motivo de la celebración del Día del Libro,
nuestros alumnos de 4º tuvieron la suerte de recibir la visita de Fran Cruz,
poeta afincado en Carmona y conocido internacionalmente no sólo por su obra
poética, sino por su constante trabajo al frente de la Revista de creación Palimpsesto.
Fran, que asistió acompañado de Chari, su
inseparable esposa e incansable compañera de trabajo en Palimpsesto, nos
habló de sus comienzos como creador y del significado de la Literatura en su
vida, subrayando en todo momento la importancia de la formación académica y de
la cultura: «Lo que de verdad integra es la cultura y el arte». Mencionó sus
años de formación en la ONCE, y reconoció que su condición de poeta nació
motivada tanto por el sufrimiento como por la calidad de la enseñanza que
recibió. Empezó a escribir a los 17 años, buscando en la Literatura una vía de
escape al sufrimiento que padecía; imitaba por entonces a los poetas que leía,
sobre todo a Neruda, pero no se siente muy orgulloso de sus primeras obras.
Desde entonces, su oficio de poeta le ha marcado; como poeta ha evolucionado de
una manera personal, encontrando siempre en la poesía un «consuelo perdurable»,
un placer distinto a otros placeres: «Le debo lo que soy a la Literatura. No
puedo imaginarme quién hubiera sido sin la poesía, me hubiera perdido muchas
cosas».
Fran nos leyó algunos de sus poemas y nos
explicó cuestiones referentes a la forma, ritmo y métrica de los mismos (ha
sido la mejor clase de Literatura que pudiéramos recibir). Creo no equivocarme
al afirmar que los poemas que más gustaron a los alumnos fueron los dedicados a
su hija Alicia (alumna de 4º), poemas que intentaban responder a preguntas que
ella hacía de niña, por eso resultaron tan cercanos y entrañables.
«La poesía nace del desconcierto», me
advirtió Fran cuando comenté que, como no soy poeta, no encuentro la palabra
certera con que dar una respuesta adecuada a las inquietudes de mis hijos.
Los poetas tienen el precioso don, y a la
vez la terrible tarea, de poner en palabras lo que para el común de los
mortales nos resulta inefable. Fran Cruz nos regaló sus palabras que, al menos
sobre mí, actuaron como un bálsamo después de una jornada de trabajo salpicada
de sinsabores, igual que el «bálsamo de Fierabrás», como hubiera dicho D.
Quijote.
Al despedirse, Fran nos hizo otro regalo:
ha dejado en nuestra Biblioteca algunas de sus obras, entre ellas su último
libro, El espanto seguro; a partir de ahora están a disposición de todos
nuestros lectores.
Con
mi hija
Papá, ¿los niños también se
mueren?
Creía que sólo se morían los
viejos.
Si no me hago vieja,
¿me muero?
Yo no quiero morirme.
Y si no subo al cielo,
¿qué hago dormida en una caja
todo el tiempo?
Todo el tiempo voy a aburrirme.
Papi, cuéntame un cuento
«Papá, ¿cómo se sale del planeta?»
Y así de pronto no sé qué contestarle.
Le digo que, como la
Tierra es redonda,
no puede salirse por ninguna parte.
Ella se calla. Pero no se conforma.
Le explico entonces que sólo en una nave
espacial podría atravesar la atmósfera.
Y se despreocupa, como si guardase
mi respuesta en la manga de la memoria
por si algún día tuviera que escaparse.
I.E.S. Manuel
Losada Villasante, Carmona, 23 de abril de 2012.