jueves, 18 de enero de 2018

RUMIANTES Y FIERAS de ANTONIO DELTORO

Rumiantes y fieras persevera y amplía a la vez los temas y tonos más propios de la poesía de Antonio Deltoro. Ya el binomio del título, formado por términos hasta cierto punto opuestos, anuncia un conflictivo juego de contradicciones que afecta a todos los niveles de la existencia, tanto físicos como morales. Así, este conjunto de poemas, sin dejar de ser fiel a la compleja intimidad de su autor, oscila entre el microcosmo y el macrocosmo, el mundo doméstico y el salvaje, el abandono de un contemplativo y la actitud incisiva de un penetrante observador, la apariencia inofensiva y la implacable realidad de la naturaleza, en cuya vertiginosa cadena de vidas y de muertes, todos los seres ―por ínfimos o enormes que sean― resultan víctimas y verdugos de alguien.
      Ante este inevitable panorama, los fluctuantes versos de arte menor ―con su agilidad escurridiza, donde rasgos líricos se unen a los narrativos, la imagen a la anécdota― favorecen la visión dinámica, abierta e inconformista de esta poesía, que siempre trata de ponerse en el lugar del otro, de lo otro, lo animado y lo inanimado, a veces para humanizarlos, a veces para deshumanizarse.
      Antonio Deltoro, que «quisiera fundar una religión de agradecidos», reconcilia en su espirítu creador la cordialidad machadiana y la abismada lucidez de Octavio Paz, hasta componer una de las obras más hondas y personales de las últimas décadas.

FRANCISCO JOSÉ CRUZ

Texto de contraportada a Rumiantes y fieras de Antonio Deltoro (Editorial Era, México, 2017)